lunes, 5 de julio de 2010

Encuentro Académico con... Las Creencias

Una de las cosas que durante años he acumulado como parte de mi experiencia docente, se relaciona con las creencias y los valores que posee cada persona. Ser facilitador de aprendizajes, permite estar en un podio que nos deja mover, subir o bajar, ir a la derecha o la izquierda, desde allí podemos sobrepasar las barreras o simplemente quedarnos detrás de ellas. Todo depende de nosotros.
Hoy cuando la sociedad venezolana marcha entre paralelas (sin punto de encuentro, según el enfoque matemático), quienes tenemos responsabilidades en la formación de nuevos profesionales, particularmente de la educación, debemos hacer un momento de reflexión, sobre cuál es la posición que debemos asumir. Allí entran en juego, sin duda, lo que enunciábamos: creencias y valores.
Por eso desde hoy, cada quince días tendremos nuestro encuentro académico, en este portal de noticias…
Creencias… creemos en personas, en objetos, en ideas. Creemos sin razón o con razón. Para creer no hace falta un elemento concreto o una situación particular, basta con nuestro deseo de creer. Creemos en aquello que consideramos importante, y en el fondo, muchos conflictos surgen por las creencias: dentro del espacio de aprendizaje (aulas), en las facultades, al interior de las universidades, en la sociedad, en el mundo. Y lo que muestra la historia es que las armas y la fuerza no cambian las creencias, sólo obligan a las personas a ocultarse y simular.
A la caída del régimen nazi en Alemania, ninguno de los miles de alemanes que antes desfilaban, salió a la calle a defender a Hitler.
Las creencias nos ayudan, porque no hace falta pensar para tomar una decisión. Simplemente lo que esté en contra de nuestras creencias reales o simuladas, no debe existir, es malo y debemos rechazarlo. Pero también, las creencias nos obligan a actuar de una forma particular y defenderlas cuando pensamos que están en peligro.
Y tú, en qué crees?
¿Crees en la educación? ¿crees en la democracia?, ¿qué estás dispuesto a hacer para defenderlas?
Comencemos con la Ley de Educación, ¿hacía falta? ¿la anterior de1980, y su reglamento de 1999, no eran funcionales?
Mis creencias, me llevan a pensar que todo lo que el Parlamento discutió, estuvo basado en un argumento meramente oficial: tener docentes no-críticos, para que sus estudiantes, emulen estos ejemplos. No piensen, no critiquen, no hablen, no marchen.
Para que la educación funcione, no necesitamos de nuevos feriados dentro del calendario escolar, y muchos menos: nuevos epónimos, foráneos por demás. Necesitamos creer en lo que sirve al país, a la gente.
Durante años he creído (y sigo creyendo) que mostrarles un camino a los jóvenes dentro de la Universidad, es una forma de hacer país, de hacer democracia. Exigir que sus trabajos sean de calidad, que demuestren interés por hacer las cosas bien, de cumplir con las asignaciones, de llegar a tiempo, de respetar el espacio de los otros, de mostrar solidaridad, eso no es de ahora, es de siempre. Aún cuando buscando enseñarles como ser útiles, hubo tropiezos, había que seguir.
Hoy, más que nunca necesitamos abrir los espacios, mostrarles caminos, darles herramientas para que nuestros muchachos puedan pensar y actuar apoyados en sus raíces, su esencia y sobre todo su deseo de ser mejores ciudadanos, en procura de una mejor calidad de vida. Ellos serán los guiadores de este país en unos años. Aunque algunos crean que permanecerán siempre, es solo ¡creencias!

Dra. Rosa Indriago

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