jueves, 6 de diciembre de 2012

DIA DEL PROFESOR UNIVERSITARIO

Es un honor  compartir con Uds el discurso de la Dra. Ruth Alvarado , con motivo del día del Profesor Universitario , valores, y visión universitaria que comparto plenamente en estos momentos donde la Universidad pasa por momentos críticos  a lo interno y externo , siempre  hay un canto de esperanza para seguir con el compromiso de ser y parecer , aún en los momentos dificiles los verdaderos universitarios respetando  la diversidad nos unimos para seguir luchando  desde el saber , la academia y el conocimiento por una Universidad libre, democrática y autónoma , que debe permanecer así para la transformación del país .Gracias a la directiva de la APUC por habernos permitido disfrutar de este día donde nos encontramos y reencontramos los universitarios para reflexionar sobre nuestro trabajo docente, el discurso de la Dra. Alvarado nos lleva a reflexionar para seguir  venciendo las sombras que se quieren instaurar en nuestra casa , Viva la Universidad , defenderla será siempre un honor .

Buenos días, estimados colegas, familiares y amigos. Es un honor para mí, la oportunidad que me ofrece el Prof. Jesús Villarreal Presidente y la Directiva, para hablar en nombre de los homenajeados por nuestra querida Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo. Este 5 de diciembre de 2012, fecha en que se conmemora el DIA DEL PROFESOR UNIVERSITARIO, cuando estamos rememorando el quincuagésimo cuarto aniversario de la promulgación de la Ley de Universidades, acontecimiento que instaura la autonomía universitaria.


La ley de Universidades fue promulgada como Decreto Ley N° 458, el 5 de diciembre de 1958. El proyecto de Ley, fue elaborado durante los meses sucesivos al derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958 y en cuyos postulados principales se contempló: la autonomía académica, administrativa y electoral. En su artículo primero la Ley señala: “La universidad, es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre".

Cuando escucho hablar de valores, me inquietan las siguientes interrogantes: ¿Puede existir un valor por encima de la dignidad de la vida?, ¿puede estar por encima del ser, el tener? ¿Qué papel juega la educación universitaria en este sentido?
Nuevos escenarios tecnológicos marcan el rumbo de las organizaciones, y las universidades no escapan de esta realidad, se requiere una nueva forma de pensar y actuar, que le permita al profesor y por consecuencia al estudiante adaptarse rápidamente a los cambios que sin lugar a duda están ocurriendo. Las universidades están comprometidas a responder a estas exigencias. La UNESCO (1988) señala que la educación se sustenta en cuatro pilares: el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a SER, siendo este último el que representa un reto para éste siglo. En este sentido, la personalidad del docente cobra gran importancia, tal y como queda establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) en su artículo 3 “La Educación es un derecho humano y tiene como finalidad desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad”. ¿Están respondiendo nuestras universidades a esta obligación constitucional?.

En este orden de ideas, quiero compartir un artículo publicado en la revista PODER, en una entrevista que le hiciera a Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, el cual respondió acerca de lo que para él significaba éxito: “El éxito… Se debe a cuánta gente te sonríe, a cuántas amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu. Se trata de si te recuerdan cuándo te vas, se refiere a cuánta gente ayudas, a cuántas evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón, se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños. Es si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más”.

Por lo anterior, La Educación Integral, el ser y su intersubjetividad (Alvarado, 2004), sustentada en el conocer, hacer y convivir en función del SER, promueve el desarrollo del potencial inherente que existe en todos los seres humanos y su conexión con el universo. Esta Postura, se basa en un auténtico humanismo. Construir una educación integral, requiere de un conocimiento fundado en la concepción del hombre, desde la perspectiva: mente, cuerpo y sentimiento, como unidad interconectada con el universo. La unidad mente, cuerpo y sentimiento, se manifiesta en funciones específicas, conectadas entre sí, esas funciones son inseparables.

Un compromiso importante para el éxito de la educación integral está fundamentado en el docente que tiene como norte en su teoría y praxis educativa, el perfeccionamiento, equilibrio intelectual y emocional del estudiante. En consecuencia, si existe en el docente disonancia entre lo que piensa y lo que vive en el aula, todo esfuerzo de perfeccionamiento totalizante del estudiante estará destinado al fracaso. La educación no se puede abordar desde una visión parcial y restringida. La educación integral supone una concepción del hombre compleja e incluso trascendente.

La misión esencial del educador implica un reto que lo enmarca de por vida en una actividad holística. Cuando el docente realiza ese ejercicio no sólo ayuda al perfeccionamiento de los estudiantes, sino también alcanza su propio perfeccionamiento: El propósito esencial del educador lo obliga, por ende, a asumir un estilo de vida, congruente.

Bajo esta concepción, la educación integral demanda un desarrollo equilibrado donde se involucra con todas las dimensiones de la personalidad humana y con un conocimiento, cada vez más amplio y consciente de las potencialidades del hombre. Lo cual, promueve la concienciación, en virtud que mientras más nos conozcamos, más nos desarrollaremos y por lo tanto, estaremos mejor preparados para la vida individual y desarrollaremos con mejor eficacia un equilibrio vital con nosotros mismos, con el ambiente en que vivimos y la conexión con todo el universo.

De este modo, la educación integral cimentada en un Humanismo Integral busca favorecer todo lo que perfeccione y equilibre al ser humano y ante este mundo globalizado, ella puede constituir una respuesta frente a los desafíos de una mejor y más humana comunicación que promueva la paz y la justicia social.

La educación integral es un servicio de la construcción de la vida, de la vida misma, tanto de la persona como de la sociedad general. Sólo un ser integral puede garantizar el propósito fundamental contemplado en la Ley de Universidades en su artículo 4: “La enseñanza universitaria se inspirará en un definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal, las cuales se expondrán y analizarán de manera rigurosamente científica”.

Es en el seno de las universidades, donde se abren todas las corrientes del pensamiento para su discernimiento, con el debate de ideas, utilizando el diálogo y el respeto en el que nadie tiene la verdad absoluta, basados en métodos científicos, cada día más cualitativos, en el que damos respuestas a los diferentes problemas que desafían a nuestra sociedad.

En este marco, educar va más allá de "guiar, conducir e instruir", es un proceso más complejo, multidireccional y factorial en el que están involucrados nuestros pensamientos, acciones, sentimientos y valores. Los cuales, no se transmiten solamente mediante la palabra y el conocimiento, sino más bien, a través de nuestros actos conscientes.

Una educación orientada desde esta perspectiva permitirá a los formadores, mostrar su sensibilidad, responsabilidad, con consciencia del otro, comprometidos con su entorno. Seremos nosotros quienes con empeño y dedicación forjaremos el devenir histórico de nuestro país.

En este sentido, el espacio que nos ofrece la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo, a través de las personas que actualmente llevan sus riendas, nos ha permitido mostrar valores de solidaridad, justicia, reconocimiento de la diversidad y fomentar el respeto ante las posiciones que tienen como norte el mejorar los procesos universitarios. Han sabido, ponderar equilibradamente, las diversas situaciones que día a día por la dinámica nacional complejizan y dan nuevo contexto administrativo, académico y social a la Universidad, traducidas en las acciones gremiales para mejorar la situación del profesor Universitario.

Sirva este aniversario para reflexionar, sobre nuestro compromiso como docentes pertenecientes al gremio o como trabajadores en la contribución, con una mejor sociedad. Construimos la historia.

Voy a finalizar con un pensamiento de Mahatma Gandhi:

“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una Victoria Completa”

Felicitaciones a mis compañeros y gracias a todos por escucharme

Ruth Alvarado