martes, 21 de septiembre de 2010

UN ENCUENTRO ACADÉMICO CON… ¿A QUIÉN LE DUELE LA VERDAD?

Desde los principios de la historia de la humanidad, hemos estado buscando explicar las cosas. ¿Por qué el sol sale de ese lado? ¿Por qué las plantas crecen? ¿Por qué el agua corre hacia abajo?
Durante Mucho tiempo, las respuestas no explicaban mucho. Antes de la aparición de la palabra escrita, las noticias viajaban por la voz. Antes de la llegada de la luz eléctrica a los pueblos y ciudades, había fantasmas y aparecidos.
Los tiempos cambian, la humanidad avanza gracias al desarrollo tecnológico y cada día aparecen respuestas nuevas a viejas preguntas. Algunas son interesantes, otras no nos llaman la atención; sin embargo, todas esas respuestas, nos gusten o no, son resultado de la búsqueda que alguien emprende.
En tiempos idos, en el llano había chagas y chipos simultáneamente. El doctor José Francisco Torrealba dedicó largos años a estudiar las enfermedades tropicales, logrando demostrar la relación entre los parásitos del chipo y la enfermedad de chagas. Después de eso fue relativamente sencillo identificar que una de las medidas básicas para erradicar la enfermedad era eliminar el contacto del chipo con el hombre, eliminando los ranchos de bahareque. La historia tal vez no es tan sencilla como la descrita; sin embargo, ilustra un camino en la búsqueda de la verdad.
Los aztecas crearon un calendario con base en largas observaciones del sol, la luna y las estrellas y lo que pasaba en la tierra, con la lluvia y la sequía, la siembra y la cosecha. Tal vez pueda decirse que fue uno de los primeros logros científicos y tecnológicos de la historia. A través de la observación cuidadosa se logró establecer una explicación para un hecho particular y usarlo en provecho de la humanidad. Saber cuando comenzar a preparar la tierra y cuando sembrar, ha tenido desde siempre, una importancia vital para la vida del hombre. Poder predecir la lluvia o la sequía serían de interés para el manejo de las represas.
En nuestro país, durante muchos años, nuestros abuelos consultaban el almanaque de los Hermanos Rojas para los nombres de los hijos o las fases de la luna. Así se cortaban el cabello en creciente y se sembraba en menguante y las cosas funcionaban bajo esos esquemas.
Aún hoy se dice que la llegada del hombre a la luna fue un truco de cine. Hay videos, libros y toda clase de publicaciones sobre el tema; no obstante lo que si es cierto, es que es muy difícil probar ese tipo de conspiraciones. Si es mentira, no pasa nada, pero si es verdad tampoco, porque muchos de los implicados están muertos y pareciera que a nadie le interesa. La conspiración aparece como referencia cuando se comienzan a juntar detalles, que a su vez tampoco se pueden comprobar.
Las explicaciones mágicas fueron dando paso, poco a poco a explicaciones más certeras basadas en la ciencia. La ciencia se basa en un criterio fundamental para apoyar sus verdades: los experimentos se deben reproducir por otros científicos y dar resultados similares en lugares diferentes. Así, la explicación de las diferencias entre los resultados ha originado también otros descubrimientos.
Muchos descubrimientos se dice que son casuales; sin embargo, aún en esos casos, si el científico no cuenta con experiencia en el campo particular no podrá interpretar esos hechos y generar el nuevo conocimiento o la nueva interpretación. Thomas Kuhn, en La Estructura de las Revoluciones Científicas, menciona varios ejemplos.
Los científicos pueden demostrar su verdad sobre la base de hechos, de experimentos y de resultados. Y otros científicos pueden usar esa información para comprobarla o refutarla. Una de las situaciones de refutación que tuvo impacto en los medios fue la fusión en frío.
Fleischmann y Pons reportan sus resultados en marzo de 1988, generando revuelo en la comunidad científica del campo, logran desarrollar sus ideas y convencer a instituciones de dedicar recursos a la investigación. Diez años, 12 millones de libras esterlinas y 20 millones de dólares después, no pudieron mostrar resultados convincentes. Aunque la discusión no termina, se estima que las debilidades del proceso fueron la falta de verificación independiente y la etiqueta a los fenómenos desconocidos con nombres atractivos a la prensa.
Pese a ello, el potencial que puede tener la fusión en frío es suficientemente atractivo para continuar dedicándole fondos, pero sin la presión mediática. Si los resultados que se obtengan son probados confirmados en forma independiente y pueden ser sometidos a escrutinio estricto por la comunidad científica, sabremos entonces de ello. Difícilmente alguien se atreva a anunciar antes de tiempo cualquier hallazgo.
Queda claro que la ciencia tiene sus reglas, leyes, principios y métodos. La política no es una ciencia, aunque se estudie hoy día en facultades de ciencias políticas, quizás por ello, se arropa de fiabilidad, y las aseveraciones de los políticos no pueden ni tienen que ser verificadas con experimentos o evaluadas estadísticamente.
La prueba está en lo hechos. Las percepciones son realidades cuando no hay otra realidad con que contrastarlas.
Hace unos días unos personajes comentaban que la inseguridad era una cuestión de percepción. No hace falta un experimento científico para comprender la realidad de nuestras ciudades atrapadas por la delincuencia, con un centenar de muertes por semana. Claro si viajamos en carros blindados, con escoltas que abren paso en motos, difícilmente nos enteraremos de la verdad de la seguridad, la de todos los días en el barrio, la urbanización, el transporte público o la carretera. Y tal vez allí radique el problema. La verdad existe para quien la siente.
Cuentan que el General Gómez dejó instrucciones a su muerte para que se anunciara el 17 de diciembre y así hacerla coincidir con la del Libertador. En ese tiempo solo existía la radio y las personas se enteraban de las noticias varios días después, lo cual se consideraba normal.
Hoy tenemos televisión vía satélite, Internet, Twitter y muchos otros medios, que permiten a la información viajar de inmediato, casi sin procesamiento, análisis de fuentes, contraste con especialistas o redacción detallada según normas de estilo.
La información puede aparecer frente a los ojos de las personas, en su pantalla de televisión o de computador casi al momento de producirse los hechos. Es muy difícil, aunque tal vez exista la tecnología para ello, modificar en tiempo real mientras se está transmitiendo la noticia. Esas cosas toman tiempo.
Sin embargo, es mas fácil cambiar la historia cuando la persona no está allí, cuando los testigos se callan y cuando lo que se quiere contar se adorna o se deforma con los diversos cristales personales.
Pinochet mantuvo a Chile dominada durante 17 años. Luego de su salida del poder fue enjuiciado por una causa menor, bajo el principio de la Jurisdicción Internacional. Manuel Noriega está encarcelado por delitos que no tienen que ver con su acción de gobierno.
Los hechos de El Caracazo fueron juzgados en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con una sentencia dictada 14 años después. Aún así la verdad no esta completa.
Las opiniones se pueden discutir, la verdad es irrefutable, a cada quién le llega su momento. ¿Sabremos algún día, con certeza, qué pasó el 11 de Abril de 2002? El tiempo será el juez, la historia lo dirá… La Verdad depende de ti…. El 26 de septiembre, mi compromiso es con la Verdad…

Dra. Rosa Indriago