lunes, 5 de julio de 2010

Encuentro Académico con... Cinco años tras la verdad y el nacimiento de mi Blog

Nuestro programa ENCUENTRO ACADEMICO cumplió cinco años en el aire. Es momento de recordar el camino recorrido, los apoyos, los obstáculos, las metas planteadas, los aciertos y desaciertos, las presiones y los miedos y, tratar de construir a partir de ello.

Corría el año 1992, cuando ya venía haciendo mis pininos en la emisora Ondas del Mar de Puerto Cabello junto a Alfredo Sabatino. Un programa de corte educativo, desafiante para ese momento, cuando el espacio no lo llenaba algo similar. El concepto clave aludía a que sólo a través de la educación podíamos hacer patria. Al nacer Niños Cantores Televisión (NCTV) surge Punto Clave, nuestro primer programa televisivo, de corte similar, exigente por demás, puesto que la búsqueda de patrocinantes siempre es una barrera a superar.

El primer reto fue entrevistar a las recién electas autoridades de nuestra Universidad, en ese momento encabezadas por Ricardo Maldonado, acompañado de Asdrúbal Romero, Rolando Smith, Alejandro Botello. Y allí también despedir a profesionales como Elis Mercado, Edmeé de Betancourt, Chiquito León, por su función cumplida.

El espacio generó comentarios, unos favorables, otros menos aprobadores. Apoyos variados, con ataques sutiles y otros más directos. Para ese momento, el hecho de no ser periodista fue considerado por algunos un serio agravio. Así se estimuló mi sentimiento de seguir siendo parte de la información educativa en diferentes ámbitos, y tomé la decisión de estudiar Comunicación Social, para estar con las botas puestas, en el arte de informar.

Con el tiempo, después de filosofar con amigos y colegas de la educación, entendimos la importancia de llenar el vacío en el entorno educativo, abriendo espacios para todas las experiencias, que por demás, son propias de una institución como la Universidad de Carabobo.

Bajo estas premisas, toqué las puertas de DAT-TV, allí el Dr. Osman Delgado, creyó en la idea y la directiva decidió apoyar el programa. Lo demás es parte conocida de la historia, que para mí es más que eso, es un sueño hecho realidad.

La línea editorial de Encuentro Académico está marcada por el afán de mantener el equilibrio, del esfuerzo por brindar un espacio de reflexión y de respeto por la diversidad, de pluralidad sin concesiones, como corresponde a los Universitarios que deben ser ejemplo de esfuerzo por la búsqueda de la verdad, sin falsos temores, buscando ayudar a comprender. Con el tiempo, la audiencia ha crecido, se llega a otros sectores de la sociedad, siempre teniendo como punto de apalancamiento a la comunidad universitaria.

Algunos programas fueron polémicos, otros más sosegados; sin embargo, en todos el norte ha sido Escudriñar la verdad, sin autocensura, cosa por demás difícil en estos tiempos que vive el periodismo.

En momentos críticos hemos intentado contraponer las opiniones y ahondar en las oportunidades de encuentro. No siempre se han logrado; a pesar de ello, no hemos dejado que el desanimo o el cansancio se cobijen en nuestra voluntad, gracias al respaldo de los universitarios y de la sociedad civil, que se extienden en todos los puntos cardinales de la región. Hoy ya somos internacionales a través de Youtube, que ha servido de sostenedor para divulgar esta iniciativa. Desde el 1º de mayo del 2009 se registran más de siete mil (7.000) visitas. Le decimos al mundo aquí en Venezuela los Universitarios producimos saberes para mejorar los problemas que agobian a nuestras comunidades.

Como en toda experiencia valedera, debía pensarse en nuevos argumentos. Justamente, buscando su fortalecimiento, surge la idea de mostrar bajo la modalidad de micros informativos, las diversas prácticas investigativas y la producción científica de los profesionales de la Universidad de Carabobo. Bajo la mirada efectiva de la hoy Rectora, Profesora Jessy Divo de Romero, quien desde sus tiempos de Vicerrectora Académica, se entusiasmó con la iniciativa y nos dio su apoyo, que aún mantiene el actual Vicerrector Académico Ulises Rojas, para que hoy se hayan producido 42 micros de la serie Divulgando el Conocimiento, que pronto será un libro digitalizado, bajo la premisa de que “lo que no se divulga no se conoce y lo que no se conoce no existe”. Esta modalidad muestra una riqueza intelectual que involucra a los profesores investigadores, plasmando en imágenes y segundos de tiempo, la pertinencia de sus proyectos. La diversidad de temáticas, las perspectivas y los enfoques metodológicos, llevan a resultados prácticos que ubican a la Universidad de Carabobo, como uno de los ámbitos generadores de experiencias que potencian el desarrollo de la región y del país,

Como universitaria, siento que el esfuerzo ha valido la pena; sobretodo, cuando podemos servir de instrumento para la construcción del conocimiento, la divulgación de las experiencias exitosas y el apoyo de la cultura del diálogo.

Quizás una mirada en retrospectiva, deja que aflore el orgullo de poder contribuir de esta manera tan positiva, no solo por mi persona, sino por el equipo de producción, los técnicos, los editores, los que nos han dado su apoyo moral y económico, los que detrás de cámara, han hecho que este sueño se convierta en realidad.

Los enfrentamientos y los desacuerdos son parte del camino que debemos andar para encontrar un punto de encuentro, tanto en nuestra Universidad como en nuestro país, apuntando siempre a un mejor mañana a través de la educación y usando los medios de comunicación como un escenario clave para alcanzar con nuestras ideas, la posibilidad de aportar a la construcción de la Venezuela que todos nos merecemos.

Para ustedes mi compromiso de seguir teniendo la verdad como norte y prepararme para los retos comunicacionales de este nuevo siglo, hoy representados en la escalada de las redes sociales, Twitter, Facebook, Youtube, donde contamos con seguidores de toda Venezuela y el mundo, somos una ventana al saber es por ello que hoy cumpliendo con las exigencias del mundo globalizado, y celebrando el día de la independencia, abrimos un nuevo espacio con la esperanza de convertirse en un “punto clave” para quienes enseñan, anclas para los errantes, alas para los que imaginan, reverdecer para los que sueñan, diatriba para los que sienten, recuerdos para quienes olvidan y sobre todo, juventud para dispersar, mi nuevo Blog Encuentro Académico. Síguenos y Hazlo tuyo.

Dra. Rosa Indriago

El Currículo desde la perspectiva sistémica ¿Una Solución?

Para cualquier organización que procure innovar o aprender, siempre encontrará que le harán resistencia. . No obstante, si éstos pueden anticiparse y se podrán desarrollar capacidades para superarlos, y convertirlos en oportunidades de crecimiento. Es allí donde tiene validez el enfoque sistémico para abordar las situaciones, en particular aquellas asociadas con el entorno universitario.
Indudablemente no se trata sólo de cambiar el currículo con una u otra orientación teórica, o de darle más presupuesto a las universidad o de un mejor control de los gastos o una racionalización de los espacios. Las organizaciones de todo tipo, publicas o privadas, de lucro o de servicio, son hoy diferentes de los que eran hace 20 o 50 años y aquellas que no se han transformado o adaptado a los nuevos tiempos ya están fuera de juego o a punto de salir de él; a pesar de ello, nuestras instituciones educativas, más allá de incorporar el uso de redes y computadoras, de las presentaciones audiovisuales y algunas otras tecnologías y de no usar la palmeta, son hoy más o menos iguales que en 1940, con un agravante: la escasez de recursos materiales, en particular a nivel de la educación pública, que limita sensiblemente el logro de los fines del proceso educativo casi a todo nivel. Cuántas de nuestras instituciones cuentan con una biblioteca o un laboratorio bien dotados? ¿Cuántas canchas de Basquetbol tienen mallas en las cestas? ¿Cuántos comedores escolares tenemos?
Estas y otras interrogantes se han planteado a lo largo de los últimos años en simposios, congresos, seminarios, foros y todo tipo de reunión, libros revistas, periódicos. Tenemos decenas o centenas de análisis de diferente nivel de profundidad y largas listas de recomendaciones, sugerencias y propuestas, aún así, seguimos sin convertir muchas de esas ideas en acción y este parece ser el elemento clave del proceso.
Es allí donde puede aplicarse el enfoque sistémico, ya que para llevar las ideas a la acción se requiere la identificación de los procesos que refuerzan el crecimiento y aquellos que lo limitan. Para impulsar los primeros y controlar o reducir los segundos. Por tanto, para intentar resolver un problema o apuntar en ese sentido, se requiere desarrollar un esquema diferente de pensamiento, otro nivel de comprensión, en tres aspectos: La transformación de los actores, el impulso del liderazgo y la acción individual.
En nuestro caso, los actores somos los docentes, los estudiantes, padres, instituciones y la sociedad. Definir opciones pequeñas que estén a nuestro alcance y que permitan probar nuevas iniciativas, y ajustarlas antes de su difusión a toda la universidad, preguntándonos ¿qué queremos lograr con esta iniciativa?
En segundo término, está el liderazgo en todo nivel, que debe impulsar las iniciativas de cambio, con su apoyo, su ejemplo y su compromiso. Con la apertura hacia las nuevas ideas y la disposición a probarlas. Buscando desarrollar oportunidades y condiciones que favorezcan el aprendizaje de la organización como conjunto.
En tercer lugar, lo más importante, está la acción individual. Todo aquello que cada uno de nosotros tiene a su alcance. La pregunta clave sería ¿cómo puedo influir en los temas que son determinantes? Los resultados a nivel individual pueden impulsar la creación y mantenimiento de la conexión entre los individuos que impulsarán el desarrollo de la organización y los equipos que la forman. El cambio requiere esfuerzos sostenidos y sistemáticos. Buscar opciones nuevas frente a las limitaciones actuales y los problemas crónicos. Preguntarnos ¿porqué algunas iniciativas fallaron antes? Recuperar el espíritu de trabajo y apoyarnos en las fuerzas propias para impulsar iniciativas que apuntalen el cambio necesario. Apoyar a los otros con sus iniciativas. Es bueno recordar que la clave del mejoramiento significativo está en aprovechar el compromiso, el entusiasmo y la energía de los miembros de una organización.
Si el objetivo de la universidad se orienta a formar ciudadanos para contribuir al desarrollo del país, vale la pena preguntarse: ¿Cuál es la línea de desarrollo a la que queremos contribuir? ¿Le estamos suministrando el conocimiento necesario? ¿Estamos fomentando las habilidades que requerirán? ¿Qué valores y actitudes se están fortaleciendo con nuestra actuación?
En ese camino debe conectarse la discusión sobre el Currículo con ese desarrollo. Cualquiera sea el enfoque teórico o la interpretación racional, lo relevante es que la acción contribuya al logro esperado. Retomemos las ideas planteadas a lo largo del tiempo, decantemos de ellas aquellas que puedan ofrecernos mayores oportunidades al menor costo en tiempo y recursos, desarrollemos experiencias directas de aplicación, que sean revisadas luego para identificar los aprendizajes y las oportunidades de mejora y enfrentemos juntos los nuevos retos que se plantean en nuestra Universidad y nuestro país. Y sobre todo, apoyémonos en los profesionales, que dentro de nuestra universidad, siempre han mantenido un interés firme y real de ajustar la formación de nuevos profesionales a nuestra realidad social. Para ello, sin duda, es necesario darle una mirada a la gente, cuáles son los profesionales con los cuales contamos dentro de la Universidad, su nivel de desempeño y en particular sus competencias profesionales, lo cual puede llevarnos, en el entorno universitario, a lo expresado en la línea estratégica de la actual gestión rectoral “la transición de una universidad tradicional hacia una universidad de vanguardia”. Porque somos efectivamente, responsables de educar y formar a los hombres y mujeres del mañana.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico DAT TV

Encuentro Académico con... La Desinformación: una estrategia vieja

Cuando Alvin Toffler y Heidi (su esposa) dejaron entrever en 1994 en “Las Guerras del Futuro” que el futuro mismo yacía, en las tecnologías digitales y las comunicaciones, quienes aún permanecíamos alejados de la tecnología nos vimos obligados a dar un paso adelante para dejarnos envolver por este escenario. Hoy, nuestros hijos, mostrando más habilidad, se desenvuelven en un entorno con alta dominancia tecnológica e informativa.
El texto de los Toffler, dedica un capítulo a los usos de la información en la guerra. Recuerda algunos casos históricos, identificando cinco estrategias para darle un “giro” a la información. Estas estrategias incluyen: acusar al otro de atrocidades, exagerar la importancia de los hechos, demonizar o deshumanizar al adversario, la polarización y la meta-propaganda. Aquí puede señalarse como máximo exponente de estas prácticas a la Alemania Nazi, donde el Ministerio de Propaganda, dirigido por Goebbels, autorizaba a los periodistas para ejercer su profesión, y les decían qué se debía escribir, cómo titular y otras minucias del ejercicio del periodismo.
Este escenario recientemente señalado en la prensa, me lleva a abordar una temática no sólo como educadora sino como comunicadora social: la vieja estrategia de la desinformación. Si vemos a nuestro alrededor y nos detenemos un momento en nuestra cotidianidad, podemos encontrar muchos ejemplos de estos esquemas de desinformación. De uno y otro lado se dicen unas cosas y se hacen otras. Haciendo algo de retrospectiva, podremos recordar a nuestros abuelos, una vida rural en su mayoría, con un pequeño radiecito que se prendía en la mañana, y desde muy temprano se escuchaban los mensajes muy personalizados: los anuncios de visitas o los avisos sobre los decesos de algún familiar.
Para hacer un poco de memoria, ya en tiempos de la Dictadura de Gómez fueron difíciles los momentos para quienes buscaron divulgar información. La gesta inicial de la radiodifusión en Venezuela de Luis Roberto Scholtz y Alfredo Moller allá en 1926, ya estuvo marcada por las presiones. El gran inconveniente del momento era la imposibilidad de divulgar ciertos temas y noticias y el peligro de que algunas de éstas tocasen los intereses de la dictadura, instalada desde hacía 17 años en el país. Cuando murió Juan Vicente Gómez la noticia se conoció a los tres o cuatro días (según se extrae de la historia).
Con el tiempo, apareció la televisión (ya sabemos cual fue el pionero). Las novelas llenaron un espacio y, los programas de noticias dieron el impulso para que la comunicación tomara cuerpo en la mayoría de nuestros entornos. En 1992, por primera vez, vimos una guerra en vivo y directo cuando se trasmitió la Guerra del Golfo.
Poco a poco nos hemos convertido, casi sin darnos cuenta, en un país rodeado de fuentes de información. Radio y televisión siguen al frente. Aún cuando Internet, mensajes de texto y Twitter, nos permiten enterarnos en muy poco tiempo, y en ocasiones, en vivo, de lo que pasa casi en cualquier lugar del mundo. Así los hechos y las imágenes que alcanzamos a conocer no pueden ser manipulados. Nuestros ojos nos mostrarán la realidad. Nuestra mente interpretará de una forma u otra esos hechos.
Sin embargo, lo que no vemos con nuestros ojos, sino a través de otros, pueden ser editados o transformado para ser usados con fines propagandísticos, a favor o en contra de una postura Ideológica, política o económica.
En el medio estamos quienes queremos estar informados por razones personales o profesionales y en muchas ocasiones es difícil separar “la paja del grano”, como dirían los abuelos.
Una opción es permanecer pegado al televisor o al computador, tratando de capturar la información, pero esto no es algo que el común de nosotros pueda hacer, a menos que sea parte de una actividad laboral. Incluso si quisiéramos, tal vez no sea posible contrastar las diferentes notas, las opiniones, o los comentarios y verificar las fuentes. Y a lo mejor tampoco nos aporta mucho, por la dificultad de separar opiniones y sentimientos.
Un Caso reciente: Venezuela decreta emergencia eléctrica, Colombia ofrece vendernos electricidad y ésta es rechazada afirmando que “no es necesaria”. Es allí donde nos preguntamos: ¿podríamos solventar parte del racionamiento en Zulia, Táchira y Apure con ese ofrecimiento? ¿No es necesaria, porqué ya está resuelto el problema en Guri?¿y entonces, por qué sigue el racionamiento?. Podemos darle vueltas y vueltas y a lo mejor no llegar a algo concreto. Podemos tratar de imaginarnos diversas razones y cada una de ellas puede ser valida, lógica o adecuada. Pero si pensamos en otras reacciones ante situaciones similares, en los patrones, encontraremos que la razón política, egoísta, tal vez sea la verdadera.
Otro ejemplo: se redujo el número de accidentes en Carnaval, reseñó la prensa, entonces ¿fue efectiva la ley seca? ¿Viajaron más o menos personas? Si se aplicara ley seca todos los fines de semana, se reduciría el número de accidentes y quizás de decesos?
Sin duda, como en todo, hay opiniones. Y ¿dónde está la verdad? A lo mejor es la suma de varias opiniones o la intersección, como en matemática de conjuntos. El esquema de la hegemonía comunicacional requiere el control de los diferentes medios a través de los cuales recibimos la información, necesita que exista un solo mensaje, una sola voz, una única visión. Solo los mensajes “adecuados” pueden ser transmitidos. Sólo algunos medios son buenos. Pero ¿quién puede parar a Radio Bemba? No se le puede aplicar la Ley Resorte ni se puede expropiar o comprar. Tampoco presionar a sus dueños para que se porten bien.
Edgard de Bono en “El Pensamiento Práctico” menciona cinco niveles de comprensión. El rumor estaría en el nivel más bajo, sólo suficiente para quedarnos tranquilos con la explicación que surge.
El rumor, el chisme, la maledicencia surgen de nuestro afán por saber o por tener una explicación. Podrán encarcelarse, expropiarse, comprarse o presionar a la radio, la televisión o la prensa. Podrá controlarse Internet, Twitter o la telefonía celular, pero nuestros pensamientos seguirán allí pues sólo entrarán en nuestras mentes si nosotros los dejamos. Y allí está nuestra función formadora. Comos educadores y como comunicadores tenemos un compromiso: no ponerle o aceptar un cerco en torno a ella, pues siempre encontrará los resquicios para colarse.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con... La Equidad de Género

A propósito de la celebración el Día Internacional de la Mujer, este ENCUENTRO es muy bueno para hablar de la equidad de género, apoyada con las ideas manejadas por mi amigo Rafael Mungarrieta en su Tesis doctoral.
El género constituye el referente cultural a partir del cual se define, evalúa, posiciona y ordena a la mujer y al varón. Las diferencias entre ellos han sido marcadas crudamente, desde el inicio de la vida en sus diferentes ámbitos: social, económico y político. Las historias acerca de las luchas femeninas, han llegado hasta la pantalla grande con casos como: “En tierra de hombres”, muy cruda en su contenido y muy propia de la época que relata el caso de Lois Jenson, por allá por los 70, cuando entró a trabajar en una mina que había permitido el empleo para las mujeres. Los abusos sexuales de sus compañeros aunados a la rebeldía de esta mujer, llevó a un juicio, que fue el eje dinamizador de esta película muchos años después (2006).
En tiempos pasados, los derechos de la mujer estaban suprimidos: no podía ser escuchada, no opinaba y ni siquiera podía elegir su papel en la familia o en la sociedad, ella estaba hecha para cuidar de la casa, mientras que el hombre se dedicaba al trabajo. Durante muchas generaciones, este marco de supremacía masculina estuvo presente, y en algunos lugares del planeta aún se conservan tradiciones y acciones que colocan en total minusvalía a la mujer.
Muy a pesar del deseo de muchas féminas (entre las cuales me incluyo), esta forma de vida ha sido propagada a través de diferentes generaciones; sin embargo, poco a poco las mujeres han demostrado tener suficiente capacidad de actuar en la vida social y económica, su inserción en la política, y sus aciertos en la ciencia y tecnología. Quién no recuerda a Marie Curie, con sus grandes aportes sobre la radiactividad. Golda Meir, en la política. Asimismo a Benazhir Bhutto, quien entregó su vida por sus ideales de libertad y equidad.
La equidad de género es la capacidad de ser equilibrado, justo y correcto en el trato de mujeres y hombres según sus necesidades. Cuando hay equidad puede ofrecerse acceso a los recursos a mujeres y hombres de manera correcta.
La historia de Venezuela en esta lucha de género ha tenido sus bemoles. Desde aquel 5 de mayo de 1945, cuando se otorga a las mujeres el derecho al voto en la elección de los Consejos Municipales, se muestra una decisión hombruna, ya que desde 1944, el manifiesto firmado por más de 11 mil mujeres, exigía ejercer el sufragio en igualdad de condiciones que los hombres. Nombres como el de Ana Julia Rojas, Lucila Palacios, Elisa Elvira Zuloaga, Cecilia Pimentel, Ada Pérez Guevara, Antonia Palacios, entre otras, dejaron entrever su desacuerdo con la exclusividad masculina. Eran otros tiempos, hoy más que nunca podemos hablar del poder del género. Sin mujeres no hay vida, están siempre allí, no pueden ignorarse, no te lo permiten.
La tendencia separatista entre los sexos marca pautas de conducta, que tanto hombres como mujeres aprenden, expresan y sobre todo, reflejan en su comportamiento dentro de un determinado contexto, muy acentuado en la familia, siendo allí donde se establece y se dilatan con toda fuerza las diferencias de género.
La perspectiva que marca la equidad como un derecho humano, lleva a promover la igualdad para mujeres y hombres. No obstante, deben superarse ciertas cotidianidades que sugiere Mungarrieta:
a) la interrupción que con frecuencia sufren las mujeres por parte de los hombres cuando éstas quieren hablar.
b) las personas que escuchan parecen poner más atención a los hablantes hombres, aún cuando las mujeres utilicen estilos análogos y destaquen puntos similares.
c) las mujeres participan de manera menos activa en la conversación, observando y escuchando más de manera pasiva.
d) El reforzamiento de la asertividad social por parte de algunas personas significativas, evidenciando la aceptación de las diferencias de género.
Nos queda como representantes incontrovertibles del género femenino, transformar los arquetipos acerca del rol que deben desempeñar tanto las mujeres como los hombres, para alcanzar una verdadera equidad, que no puede estar solamente cimentada en la promulgación de una Ley.
Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con... El Ego y otros Ismos

La irreverencia y la confrontación de la variada “unidad” en la búsqueda de los curules parlamentarios, dejan aflorar una temática para un Encuentro con El Ego y otros Ismos, desde la perspectiva freudiana. Los acontecimientos sobre quién sale, quién entra y quién va, en este movido escenario político, tiene visos tan precisos de la manifestación egocéntrica de la personalidad, fuente de análisis durante mucho tiempo y a profundidad por Sigmund Freud.
La personalidad, está dividida en tres estructuras estrechamente conectadas: el ello, el yo y el super yo. Estas aún cuando tienen individualidades no poseen límites determinantes, sino sutiles manifestaciones entremezcladas que caracterizan a los individuos.
El ello, representa las necesidades y deseos corporales. Es la instancia psíquica que simboliza la vida inconsciente e instintiva. Es irracional.
El Yo (ego) es aquella que percibe los estímulos del Ello, permite la satisfacción de algunos (los que considera oportunos), pospone otros y rechaza los que percibe como inadecuados. Se le denota como una parte básicamente defensiva de la personalidad. Se le considera el controlador del individuo.
El Super-yo, realiza los juicios de valor sobre el modo de actuar de una persona, es lo que comúnmente se conoce como conciencia. Algunos especialistas le denominan el super-ego. Su función directa es bloquear la actividad instintiva permanentemente.
En un plano más terrenal, el ego tiene como manifestación externa el protagonismo. Éste busca prevalecer a toda costa y se apoya en ciertos roles abandonando las ideas. El egocentrismo lleva a la transformación de los impulsos reprimidos. Así una persona, somatizando algunos, llega incluso a mostrarse como víctima y busca sustitutos aceptables para no debilitarse, y allí puede adoptar ideas y afectos opuestos a los que realmente tiene. Es una muestra palpable de lo que Freud denominó proyección; es decir, les atribuye a otros lo que rechaza de si mismo y lo que no admite de su propia persona.
Para una persona egocentrista asumir una determinada conducta se justifica, aún cuando en otros escenarios la censure duramente, siempre y cuando sea asumida por otras personas. Quizás lo que más destaca es que para el ególatra toda crítica constituye una agresión, y quien lo hace es un enemigo.
Las reuniones de estos días nos muestran como los egos centellean y materializan conductas que anteponen los intereses propios o particulares por encima de los colectivos, exponiendo uno de los egos más difundidos: el egoísmo, del griego ego (yo) e ismo, doctrina o práctica. Se dice que el egoísta tiene siempre la pretensión de utilizar a los otros para su propio beneficio, manipulándolos como objetos. La persona egoísta se cree el centro del universo y sólo tiene ojos para sí misma.
Los tiempos recientes han mostrado que es más fácil pedirle a otros sacrificios y disposición al diálogo, que ser quien se sacrifica y quien busca el acuerdo. Queda claro que en la medida en que una decisión o un curso de acción afecta intereses personales, se hace más difícil estar dispuesto a ceder terreno frente a otros, que aparentemente estarían ganando espacio.
Sin duda que las relaciones de un grupo están determinadas por acciones y el discurso de los miembros, y muchas personas están dispuestas a entregarse al servicio público cuando eso implique cierta presencia en un nivel de poder, lo cual mueve su ego.
Sólo cuando desaparezca el Ego de los de siempre y surja la conciencia, seguramente le pondrán corazón para valorar la necesidad de estar unidos; quizás allí podremos sentir que podrán ser los mejores representantes para el parlamento.
Lamentablemente, no podemos saber hoy cual será su conducta de resultar elegidos, y sólo podemos confiar en nuestra intuición para avalar a alguno con la esperanza de que no nos defraude. Para nuestro infortunio, otros ya lo han hecho, y hoy les conocemos hasta el modo de caminar o de pactar.
Queda claro que hasta que no dejemos de lado los Egos, no podremos evitar los Ismos (socialismo, mesianismo, etc., etc.)
A mis lectores, cualquier semejanza con la realidad, no es sólo casualidad.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico… Con El Cambio Profundo

Se inició un nuevo año y estos primeros días, han mostrado un gran dinamismo que vislumbra una alta exigencia obligándonos a pensar en la necesidad de un cambio profundo en todo lo que hacemos, a nivel personal, institucional o del país. Bajo esta panorámica, he retomado algunos argumentos que tienen validez de contexto y sobre todo de momento referenciados en La Danza del Cambio de Peter Senge (2000).
El escenario que nos presenta Senge, ofrece analogías con el entorno actual. En el país, en la Universidad, en las comunidades, se percibe una efervescencia por una lucha que ha tenido durante muchos años un freno derivado de la propia mesura de la población.
Revisemos un poco las ideas de Senge.
Muchas de las ideas de cambio no alcanzan el éxito. En algunos casos, incluso las mejores, mueren al nacer por una serie de eventos a menudo inesperados, que ocurren durante el proceso. Senge usa una analogía con los procesos naturales. Nada crece sin cesar. Y en todo momento podemos identificar procesos que impulsan el crecimiento y otros que lo limitan.
Sostener el cambio y hacerlo parte integrante de nuestras organizaciones o de nuestro país, requiere la identificación de sus procesos impulsores y limitantes. Las ideas de Senge sobre el cambio profundo parten de convertir las disciplinas del aprendizaje de una organización en los pivotes de su crecimiento.
La restricción fundamental para sostener el cambio está en las limitaciones a nuestra capacidad de aprendizaje, por tanto, ésta es una de las primeras acciones requeridas. Allí se precisan tres ciclos sistémicos enlazados: los resultados personales, las redes de personas comprometidas y los resultados de la organización. Estos ciclos de enlazan entre sí y se influyen mutuamente.
Todo comienza con la inversión en iniciativas de cambio, allí se genera capacidad de aprendizaje que a su vez forja resultados personales y determina el entusiasmo y la voluntad para hacer las cosas. La inversión en iniciativas a su vez influye en la intercomunicación y difusión y sobre todo en la voluntad de comprometerse.
Las capacidades de aprendizaje generan nuevas prácticas que mejoran los resultados, aumentan la credibilidad en el proceso y fortalecen el compromiso de los miembros y el interés de otros por participar.
Quienes participan de las iniciativas de cambio exitosas y, encuentran que las mismas están dando resultados de acuerdo con sus expectativas, sentirán que vale la pena el esfuerzo y el tiempo que le dedican, y ésto les llevará a comprometerse más.
A menudo participamos de iniciativas que en un tiempo relativamente corto se abandonan o se les quita el apoyo inicial y finalmente mueren. Muchos de nosotros hemos tenido experiencias en ese sentido. También hemos sido parte de algún equipo que logró su propósito. La diferencia entre ambas situaciones, puede ser sutil; sin embargo, la diferencia entre los resultados no lo es. En particular cuando se revisa el efecto que tiene sobre las otras personas o sobre nosotros mismos.
Cuando un esfuerzo no ha dado resultados tendemos a buscar explicaciones fuera de nosotros, en los demás o en el entorno. Allí los resultados, ya sean buenos o malos, pueden ser una fuente de aprendizaje esencial. Por tanto, debemos ser cuidadosos al evaluar lo obtenido, recordando siempre que estamos dentro de un sistema de interacciones, donde las explicaciones no son únicas ni exclusivas y la interacción entre los elementos es fundamental para el entendimiento de los resultados.
El planteamiento central de La Danza del Cambio, es que todas las organizaciones que buscan innovar o aprender encuentran retos que bloquean el progreso. Mientras más se empuja contra esos retos, más resistencia ofrecen. No obstante, si podemos anticiparlos y desarrollar nuestras capacidades para lidiar con ellos, podemos convertirlos en oportunidades de crecimiento. Para eso debemos considerar ciertos elementos: el compromiso inicial, el crecimiento paulatino y sostenido, los resultados concretos y el abordaje de la crisis.
El compromiso inicial, casi siempre se genera de un pequeño grupo que aporta entusiasmo, capacidad y experiencia y sobre todo compromiso. En esta etapa es esencial buscar socios, sin que por ello llegue a creerse que todo el mundo querrá participar.
El segundo elemento a considerar es el crecimiento paulatino y sostenido. Es decir poco a poco. Si sembramos una semilla tendremos que dedicarle cuidados a la planta y esperar tal vez años hasta que el árbol sea estable y se mantenga sólo. Lo mismo ocurre con la crianza de nuestros hijos. Apurarse no hace que las cosas ocurran más rápido.
En tercer lugar, tenemos que los resultados concretos son más importantes que un plan muy detallado. En la búsqueda de la perfección, retardamos los resultados y en ocasiones, perdemos la oportunidad de actuar por tratar de ganar consenso.
Seguidamente, si estamos frente a una crisis hay que comenzar por resolverla, antes de tratar de mejorar otros temas. Si está lloviendo y el nivel del río sube, limpiar el piso no evitará la inundación. No obstante, al pasar la crisis debe explorarse las oportunidades para otros enfoques de los problemas que nos ocupan. Las crisis permanentes nos quitan energía, resolverlas con la mira puesta en los elementos claves del sistema que generan los problemas, es esencial.
Es de esperar que siempre encontremos limitaciones y de nuestra capacidad de aprendizaje de actuar frente a ellas, de aprovecharlas o minimizar su impacto, dependerán los resultados futuros. Sobre todo, debemos estar dispuestos a cambiar nuestras actitudes y nuestro comportamiento si queremos de verdad contribuir a resultados diferentes.
Este año se inicia exigiendo nuestra voluntad de comprometernos con el cambio.
A menudo oímos como se les pide a las personas que sean razonables, ecuánimes, que conserven la calma frente a la crisis. Cosa difícil en estos tiempos. Hoy más que nunca, somos reactivos ante las provocaciones que desde diferentes ámbitos provienen. Es justificable, estamos inmersos en un perturbado piélago, cada vez con más oleaje.
Esta abstracción nos lleva a revisar la forma en que afrontamos las situaciones, lo cual constituye un ponto de exploración dentro del cambio profundo que debemos concretar y profundizar. Cuando se trata de algo que no nos afecta personalmente, es fácil que las personas se entiendan. Sin embargo, cuando lo que está en juego nos afecta o afecta a nuestro entorno, encontramos que es difícil lograr el entendimiento ya sea en el grupo, la organización o la familia. Allí afloran las emociones y el lenguaje se hace simbólico y hasta mítico.
De nuestro tiempos infantiles recordamos las historias de héroes y villanos. La mitología griega nos mostró los enfrentamientos entre los dioses y los mortales. En Venezuela, el poema de Alberto Arvelo Torrealba “Florentino y el diablo”, ejemplifican ese enfrentamiento, donde el valor y la voluntad vencen a las tinieblas. Todos los años, aparecen películas, novelas o series alrededor de este tema.
A estas situaciones, se les denomina de alto azar y se producen cuando estamos en un proceso de cambio y podemos reconocerlas, pues quedamos “atrapados entre dos lealtades o intereses profundos”. Cuando éstas surgen, puede ocurrir que lo que antes nos dio resultado ya no tiene éxito, las estrategias que en otro tiempo nos ayudaron a resolver los problemas, ahora no funcionan. Así las personas pierden la ecuanimidad y en muchos casos la esperanza.
Para ser eficaces, debemos ver cada situación bajo un enfoque sistémico, y como en todo sistema, las interacciones son frecuentes, cada nivel afecta a los demás, gradual o súbitamente, y para tratar con estas situaciones en forma auténtica, necesitamos desarrollar una comprensión de los mecanismos y las relaciones que generan la interacción. Cuando el cambio amenaza nuestra estabilidad, cuando nos encontramos en situaciones “de alto azar”, aparecen algunas conductas individuales que responden al temor que sentimos ante esta situación; no obstante, no lo expresamos abiertamente. A estas formas de actuar se les denomina “modos heroicos”, y constituyen la manera de buscar integrarnos, de hacer frente a la ansiedad y de reducir el conflicto.
A menudo, en una misma persona pueden darse, combinaciones de estos modos, de acuerdo con las ocasiones o circunstancias. Cada uno de ellos tiene un lado positivo, claro, luminoso y un lado negativo, oscuro. Recuerda el yin y el yan de la filosofía oriental. Un individuo puede oscilar entre uno y otro lado sin ser plenamente consciente de ello. Para identificarlos debemos prestar atención a muchas de las conductas habituales, al lenguaje y a los gestos de las personas. La forma en que saludan, cómo participan de una reunión, como actúan frente a un grupo, las conversaciones que inician, entre otros.
Los modos a los cuales hacemos referencia son: El sobreviviente, el remediador y el protector.
El sobreviviente:
Bajo el lema “Acepto y Aguanto”, sufren en silencio, sin quejarse mucho. No por pena sino para que los demás no vean sus sufrimiento. Sus códigos de conducta no les dejan expresar su disgusto, lucen como si fueran imperturbables ante las crisis. En su lado oscuro son rígidos y no se vinculan emocionalmente. Dejan sin resolver cuestiones críticas, abandonan a los suyos y no ayudan a resolver los problemas. Quienes les rodean no se sienten reconocidos por ellos.
El remediador
Su lema es “Yo remedio y triunfo”. En su modo luminoso son los que siempre salen adelante diciendo “yo lo hago”, “Déjamelo a mí”, “Yo lo resuelvo”. En ellos reconocemos a los salvadores de la patria. Todo lo arreglan, todo lo resuelven. Atacan los problemas y contribuyen a la armonía. Con su energía ayudan al grupo a superar las barreras, incluso cuando los problemas lucen imposibles para los otros.
En su lado oscuro, buscan obligar a las personas, llegando en algunos casos a resultar ofensivos. Buscan lograr lo que desean incluso sin considerar los intereses y sentimientos de los demás.
El Protector
Se constituyen en los escudos, los protectores y voceros de los débiles y los oprimidos. Son previsivos y contribuyen al equilibrio del grupo. En su lado oscuro lucen como víctimas, consideran inútil todo esfuerzo y culpan a los demás de su sufrimiento.
En nuestro entorno, tal vez con un mínimo esfuerzo, podemos identificar algunas personas que cuadran con uno u otro de estos MODOS. ¿Y nosotros mismos, cómo podemos reconocernos? Veamos con atención nuestra conducta en tiempos tranquilos. ¿Cambiamos en las crisis? Si es así, ¿qué modo heroico aparece? Y en el país ¿cómo actúan los personajes públicos?
Todos los cambios generan temor. En la medida que las organizaciones desarrollan sus procesos de aprendizaje aparecen situaciones que obstaculizan la armonía necesaria para avanzar. En esos momentos es esencial reconocer los temores a través de lo que se dice, de lo que se hace o de lo que se evita. Allí Los modos heroicos son una simplificación que puede ser útil para comprender mejor a los miembros de nuestros grupo familiar, de trabajo y comunitario. Pueden ayudarnos a tomar conciencia de las razones de nuestra conducta y así identificar algunos mecanismos para apoyar los esfuerzos de cambio, aumentando nuestras habilidades para enfrentar situaciones complejas como la actual. Saquemos el heroísmo interno, es el momento justo, el peligro acecha y ataca diariamente y debemos neutralizarlo.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con…. Los Valores

Hay cosas que son valiosas para nosotros y las defendemos, precisamente por su valor.
Los valores difieren de una persona a otra. Algunos valoran el dinero, otros la amistad, otras más el medio ambiente. Los valores son las columnas del edificio de nuestra personalidad. Soportan la estructura, le dan la resistencia necesaria y permiten que se mantenga en el tiempo.
Como cada persona le da diferente valor a las cosas, asimismo tiene una forma desigual de verlas. Para quien valora el ambiente, la deforestación es un problema grave. Para quien valora el dinero, es una oportunidad de negocios. Para quien valora la vida, el ejercicio es fuente de salud. Por tanto, le damos valor a las cosas según nuestras costumbres o nuestra necesidad. Sin embargo, en estos tiempos de diatriba se percibe fácilmente que el valor más necesario por exiguo es el respeto.
El respeto envuelve un interés verdadero que va más allá de las obligaciones palpables que puedan existir entre personas, instituciones, regiones o países. Es el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro. El respeto es una cuestión de actitud, tal como lo sugiere Kant en su argumentación de que los seres humanos por ser un fin en sí mismos deben ser respetados, pues poseen un valor intrínseco y absoluto, llamado dignidad. Ser respetuoso puede confundirse, con ser educados, amables, que a su vez son manifestaciones suplementarias más no categóricas de respeto. Este va más allá, es una cuestión de actitud, que surge con el reconocimiento del valor del otro, del opuesto. Exigir respeto, se ha convertido en escorzo cotidiano y necesario en estos tiempos. Todos exigimos respeto: los hijos, la gente que vemos en la calle, el vecino, los gobernantes, quienes nos rodean; sin embargo, el respeto se gana o se pierde.
Reseña Julían Marías, que en el pueblo natal de Kant, la gente ajustaba su reloj cuando le veían pasear, porque sabían con precisión cuando pasaba. El respeto constituye una marca que nos diferencia de otros. Es mutuo, auténtico, intrínseco. Se manifiesta en nuestra actuación en la vida. Comienza con nosotros mismos y se proyecta en la relación con los otros, superando cualquier barrera. Si quieres que te respeten hay que aprender primero a respetar, es una conseja ampliamente difundida. No conocemos a priori de las cosas más que lo que nosotros mismos ponemos en ellas. Si actuamos respetuosamente, es de esperar que obtengamos respuestas similares.
En el entorno educativo, el respeto debe manifestarse en cada acción, principalmente porque estamos obligados a interactuar con gente que a pesar de pensar distinto, tiene los mismos problemas que nosotros.
El tiempo, los esfuerzos involucrados, la dinámica del aprendizaje, todo debe encuadrarse en el respeto. No sólo a las personas se les debe respeto, sino a lo que nos rodea, sin condiciones. Sin embargo, la realidad envuelve nuestra condición humana y desborda actuaciones que rozan el irrespeto: la violación de nuestros derechos, la violencia física y psicológica, el deterioro de la salud, la crisis económica, la falta de agua, el estrés, las colas. Es allí donde se ponen a prueban nuestros valores, y vemos si somos capaces de respetar a pesar de las circunstancias. Quizás hoy es el momento de hacernos ciudadanos verdaderamente conscientes de nuestros actos y actuar en consecuencia. Allí puede estar el límite para aquellos que por diversas razones han dejado de exteriorizar uno de los valores más preciados: el respeto.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con... Las Creencias

Una de las cosas que durante años he acumulado como parte de mi experiencia docente, se relaciona con las creencias y los valores que posee cada persona. Ser facilitador de aprendizajes, permite estar en un podio que nos deja mover, subir o bajar, ir a la derecha o la izquierda, desde allí podemos sobrepasar las barreras o simplemente quedarnos detrás de ellas. Todo depende de nosotros.
Hoy cuando la sociedad venezolana marcha entre paralelas (sin punto de encuentro, según el enfoque matemático), quienes tenemos responsabilidades en la formación de nuevos profesionales, particularmente de la educación, debemos hacer un momento de reflexión, sobre cuál es la posición que debemos asumir. Allí entran en juego, sin duda, lo que enunciábamos: creencias y valores.
Por eso desde hoy, cada quince días tendremos nuestro encuentro académico, en este portal de noticias…
Creencias… creemos en personas, en objetos, en ideas. Creemos sin razón o con razón. Para creer no hace falta un elemento concreto o una situación particular, basta con nuestro deseo de creer. Creemos en aquello que consideramos importante, y en el fondo, muchos conflictos surgen por las creencias: dentro del espacio de aprendizaje (aulas), en las facultades, al interior de las universidades, en la sociedad, en el mundo. Y lo que muestra la historia es que las armas y la fuerza no cambian las creencias, sólo obligan a las personas a ocultarse y simular.
A la caída del régimen nazi en Alemania, ninguno de los miles de alemanes que antes desfilaban, salió a la calle a defender a Hitler.
Las creencias nos ayudan, porque no hace falta pensar para tomar una decisión. Simplemente lo que esté en contra de nuestras creencias reales o simuladas, no debe existir, es malo y debemos rechazarlo. Pero también, las creencias nos obligan a actuar de una forma particular y defenderlas cuando pensamos que están en peligro.
Y tú, en qué crees?
¿Crees en la educación? ¿crees en la democracia?, ¿qué estás dispuesto a hacer para defenderlas?
Comencemos con la Ley de Educación, ¿hacía falta? ¿la anterior de1980, y su reglamento de 1999, no eran funcionales?
Mis creencias, me llevan a pensar que todo lo que el Parlamento discutió, estuvo basado en un argumento meramente oficial: tener docentes no-críticos, para que sus estudiantes, emulen estos ejemplos. No piensen, no critiquen, no hablen, no marchen.
Para que la educación funcione, no necesitamos de nuevos feriados dentro del calendario escolar, y muchos menos: nuevos epónimos, foráneos por demás. Necesitamos creer en lo que sirve al país, a la gente.
Durante años he creído (y sigo creyendo) que mostrarles un camino a los jóvenes dentro de la Universidad, es una forma de hacer país, de hacer democracia. Exigir que sus trabajos sean de calidad, que demuestren interés por hacer las cosas bien, de cumplir con las asignaciones, de llegar a tiempo, de respetar el espacio de los otros, de mostrar solidaridad, eso no es de ahora, es de siempre. Aún cuando buscando enseñarles como ser útiles, hubo tropiezos, había que seguir.
Hoy, más que nunca necesitamos abrir los espacios, mostrarles caminos, darles herramientas para que nuestros muchachos puedan pensar y actuar apoyados en sus raíces, su esencia y sobre todo su deseo de ser mejores ciudadanos, en procura de una mejor calidad de vida. Ellos serán los guiadores de este país en unos años. Aunque algunos crean que permanecerán siempre, es solo ¡creencias!

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con … Violencia y Género

La dinámica que mueve al mundo ha dibujado patrones de violencia que involucra a toda la población sin distingo de raza, sexo o edad. Desde hace algunos años, en Venezuela vivimos en medio de un entorno que cada día es más violento. Leer la prensa o escuchar las noticias nos coloca en un estado de crispación, ya que los acontecimientos y las formas de violencia son cada vez más atroces y duras.
Cuando éramos niños, jugábamos al escondite y aquel que encontraba el mejor lugar podía ganar el juego. Es fácil escapar cuando nos escondemos; sin embargo, esa no es una opción viable si queremos seguir viviendo. “No salgo a la calle porque me pueden asaltar”, “no compro en ciertos lugares porque es peligroso”, son expresiones cotidianas de la gente en cualquier escenario.
Obviamente, que eso no resuelve el problema, únicamente aísla a la persona y tal vez la protege en términos de salud mental de tantas fuentes de angustia. Pero definitivamente no podemos escapar porque en cualquier esquina, o centro comercial nos puede alcanzar la violencia, ya sea por casualidad o directamente. Lo peor de todo este círculo, no es que no podamos salir a la calle, sino que incluso en nuestra propia casa no tengamos seguridad, como es la situación para las mujeres que son agredidas por su pareja o familiares.
Casos recientes han saltado a la noticia el tema de la violencia de género, mostrando el estado de indefensión en que se encuentra la mujer en estas situaciones.
A pesar de leyes, ministerios, normas e instituciones, la violencia contra la mujer sigue siendo un elemento muy importante en nuestra sociedad, aunque lamentablemente la mayoría de los casos no tienen la misma difusión que los que son de interés noticioso.
En 1979, La Organización de Naciones Unidas aprobó la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”, que dio origen a centros como la Fundación Para la prevención de la violencia doméstica hacia la mujer (FUNDAMUJER, 1992,) y a una Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2006).
De nuevo, ni la ley ni las organizaciones, pudieron proteger a la esposa de Valero, de su esposo o tal vez, de sí misma.
El informe de Fundamujer del año 2009 (Informe Sombra CEDAW, 2009) reporta que mensualmente se conocen de 800 a 1000 causas de violencia contra la mujer. Otras organizaciones, estiman que hay un enorme subregistro, por lo cual podemos inferir que las cifras reales podrían ser muy superiores.
Este informe plantea una serie de recomendaciones a nivel de políticas públicas, instituciones, legislación, capacitación y estadísticas. Entre las cosas que llaman mi atención, entre las cuatro páginas de recomendaciones, está la dispersión de esfuerzos. Por ejemplo, no existe un directorio de las organizaciones dedicadas a la prevención de la violencia contra la mujer ni un registro estadístico centralizado y confiable, sobre los casos de violencia contra la mujer. Sobre este último punto, una consulta a la página oficial del Instituto Nacional de Estadísticas sobre violencia, muestra cuatro (4) notas sobre violencia a la mujer, con fecha 2007, indicando temas como una planilla de registro para las denuncias y una inducción para ese registro. No obstante, no existe en ese sitio ningún documento con estadísticas sobre este aspecto, lo cual dice mucho del interés sobre el tema. Una nota reciente en un diario señala que en el primer trimestre de 2010, cada dos días murió una mujer por razones de género.
No se trata sólo de estadísticas. Si bien son necesarias como elementos de análisis, las estadísticas, los porcentajes y los números pueden decir muchas cosas, pero siguen siendo fríos, hasta que nos toca de cerca, cuando se convierten en algo de gran interés. Tal vez esa sea la paradoja de tantos problemas, que no nos preocupan hasta que nos toca a nosotros. Y en ese momento estamos indefensas como tantos otros ciudadanos, frente a las realidades.
El tema es difícil, tiene muchas aristas, muchas opiniones, discusiones, seminarios, talleres y cursos, y tal vez se le ha prestado mucho esfuerzo y dedicación por parte de algunas personas, pero sigue siendo uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de una sociedad plural e igualitaria.
Algunos opinan que tenemos un país enfermo por la violencia. Algo así como una resaca después de una noche de tragos. Con la diferencia que después de una sopita o un descanso, la resaca se va y mientras tanto la violencia no tiene fin. Despertamos y sigue allí. A pesar de que nos escondamos o le saquemos el cuerpo.
Los problemas complejos no pueden tener soluciones sencillas. Y este problema viene con nosotros desde hace muchos años, tal vez desde los primeros tiempos de la humanidad.
Los problemas se resuelven con acciones concretas, con un trabajo dedicado en las causas fundamentales.
Podemos decir muchas cosas. Las mujeres que se dejan violentar, por cualquier razón, deben ser efectivamente protegidas. Los hombres que se muestran violentos con su pareja deben ser neutralizados. NO es el momento de comentar los distintos puntos de vista. Baste decir que existen.
La acción tal vez debe comenzar por nosotras mismas. ¿Conocemos a alguien que pueda ser víctima de violencia o sospechamos que lo pueda ser? Tal vez podemos apoyarla para conseguir ayuda. A obtener protección. ¿Podremos nosotras mismas darle algún nivel de protección? FundaMujer ofrece el servicio del 0800MUJERES () para prestar atención y apoyo.
En ese nivel tal vez podemos aportar algo concreto.
Mucho camino queda por andar en este tema. Mientras tanto, las mujeres siguen siendo víctimas de violencia en diferentes órdenes, sobre todo a nivel de su pareja. Hagamos algo, lo que esté a nuestro alcance. Comencemos por nuestras hijas, debemos darles el ejemplo, exigiendo respeto en el hogar, no dejemos pasar las escenas como si fuera una película. Quizás como educadores podemos y debemos desde los espacios de aprendizaje, reforzar los valores como soportes de la personalidad, pues es desde la educación como puede lograrse el enriquecimiento personal y la autoestima.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con… Reconciliación con la vida.

En estos tiempos, donde la alegría supera la tristeza, las sonrisas afloran aún cuando haya lágrimas internas y el entusiasmo prevalece por sobre la desesperanza, en cualquier rincón del planeta, muy a pesar de todo, siempre llegan los minutos para…reconciliarnos con la vida.
No ha sido un año fácil, las exigencias se incrementaron, los esfuerzos se duplicaron y los sueños cual velo sutil disimulados, batallaron por mantenerse, todo en un juego concéntrico cuyo eje estuvo marcado por la volatilización de los recursos y una dinámica arrebujante de nuestro espacio. Sin embargo, a pesar de todo, éste ha sido un año de éxito, tenemos vida y podremos seguir. Creemos que es el momento de darle a la gente más de lo que espera recibir y debemos hacerlo con alegría, pensando positivamente. Es tiempo de reflexión para fortalecernos y poder continuar la lucha, buscando nuevos derroteros, apoyarnos unos a otros. Siempre hay una luz, ella allí esperando el momento. Y ese ¡llegará!
Recordemos siempre que los retos y los compromisos, los amores, todo, llevan consigo un gran riesgo, y éstos (riegos), como en seguridad son prevenibles. Solo requieren atención, conocimiento y herramientas adecuadas.
Por eso, invito a mis estudiantes, amigos, familiares, a todos ustedes a terminar este año, siendo leales a nosotros mismos, sin desertar de nuestras creencias y valores, reafirmando nuestra razón de ser hombres y mujeres libres, con pensamiento crítico, solidarizándonos con los amigos y con aquellos que difieren de nuestra ideología. Perdonémonos y hagamos extensivo ese sentimiento, sin dejar de ser quienes somos.
En este apartado, vale recordar las palabras de Walt Disney, en Aprendí y Decidí”: “Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar, decidí no esperar las oportunidades, sino buscarlas yo mismo; decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,…decidí que de nada sirve ser luz, sino vas a iluminar el camino de los demás… aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, y desde aquel día, ya no duermo para descansar, simplemente duermo para soñar..”
Efectivamente, llegó el día, apoyemos a quienes tengan una visión clara de lo que se requiere hacer, que tengan un plan de acción mínimo, un equipo preparado y que hayan mostrado compromiso con los principios democráticos. Fijémonos como norma de vida que nada nos exime de participar para impulsar las cosas en la dirección del mayor bienestar para todos. Somos nosotros mismos quienes como artesas daremos arranque a los cambios que ya con lamentos nos reclama y exige nuestra sociedad.

Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con… La Democracia

Después de 188 años de vida republicana, resulta por demás triste, oír que algunas personas, ante la interrogante: … y para qué sirve la democracia, no puedan emitir respuesta, y que otros respondan, para nada. Este momento me ha llevado a rememorar espacios y tiempos en los cuales la democracia, sin duda ha sido la protagonista.
Desde 1930 hasta 1958, vivimos en dictadura, con unos cortos períodos de democracia. Desde 1958 hemos tenido una democracia de formalidad, y desde 1998, el debilitamiento de las instituciones ha dejado un cascarón vacío, como aquellas casas abandonadas que todavía tienen un letrero desteñido que recuerda que allí funcionó una tienda, que aún mantiene algunos visos de democracia.
Rosseau definió la democracia con la separación de poderes. Bolívar alude a la democracia como una forma de gobernar. Todos los políticos, de cualquier color, dicen ser demócratas; sin embargo, al pueblo se le dan discursos y de vez en cuando una dádiva y pareciera que hasta allí llega la democracia. Durante mucho tiempo, la idea de democracia era ir a votar cada cinco años. En estos diez años, el tener más elecciones, acaso tenemos más democracia? Será por eso que a la gente le cuesta responder cuando se le pregunta acerca de para qué sirve.
En estos tiempos difíciles que vive nuestra República, es bueno el ejercicio de recordar de qué ha servido y para que servirá la democracia. Para mucho, sin duda. Esbocemos dos ámbitos: la universidad y el deporte. La evolución de la universidad como espacio de formación de profesionales, no tiene comparación. Ellos han sostenido este país. Los ingenieros, los químicos, los licenciados en educación, los bioanálistas, los médicos, los farmaceutas, la lista es larga. Su preparación, sus valores y su ética, le dieron y darán cimiento a nuestra sociedad. Se formaron con pensamiento crítico, ideales libres y creyentes de la democracia.
La UC, la ULA, LUZ, la UCV, la UDO, entre otras, son siglas que marcan la historia y traen a nuestra memoria los mejores recuerdos, etapas felices, algunas duras, pero siempre buenas. Allí se refleja la democracia: participación, diferentes colores políticos, amigos, trabajo compartido, trabajos, exposiciones en equipos. Nunca faltará alguien, que diga con orgullo ¡yo me formé allí, esa es la mejor universidad del mundo¡
El surgimiento de algunas universidades no fue precisamente bajo un régimen democrático, sin embargo, en su legado, se deja entrever una organización autónoma donde se abrían los espacios para el debate de ideas, argumentos y acciones que procuraran el beneficio colectivo, eso indiscutiblemente, constituye la esencialidad de la democracia.
Otro ámbito en el cual se refleja la democracia, sin vacilación es el deporte. Las glorias que han dado mujeres y hombres, en distintas disciplinas deportivas, llevan el sello distintivo de la democracia. Brígido Iriarte (Atletismo), Ana Amicarella (nado sincronizado), Carlos Lavado (automovilismo), Arlindo Gouveia (Taekwondo), Rafael Vidal (natación) y Luis Aparicio (béisbol) por nombrar algunos, son una muestra de la funcionalidad de la democracia. Hoy tenemos en la palestra otros nombres, cuyo corazón y su grandeza, llevan incrustado el atractivo de la democracia, están construyendo país, logrando lo que ellos y su familia quieren y desean, y que el país agradece.
Tienen cabida aquí, las palabras del ilustre Arturo Uslar Pietri, volcadas como reflexiones en su obra “De una a Otra Venezuela” en su prólogo para la edición de 1984, “…la acción pública muestra una tendencia peligrosa hacia la desnaturalización de la economía, el desajuste social y las contradicciones paralizantes”
Por eso, se puede afirmar que la democracia sirve para combatir las desnaturalizaciones, los desajustes y las contradicciones, brindándole a la gente la posibilidad de participar y decidir, desde cualquiera de los espacios: la universidad, los campos deportivos, las piscinas, la familia, las calles, estableciéndose como código de vida, que en Venezuela no hay otra forma posible de convivencia diferente a la democracia, lo cual rechaza de plano la idea de quienes apoyados en un “elemental eslogan de soberanía” nos acercan a un estado de anarquía.
Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico con… El Conflicto en su lado humano.

Los momentos por los cuales atraviesa el país, convulsionado social y políticamente, han sido caracterizados como tiempos de conflicto.
El aporte del profesor Jaime Lopera en su texto “el lado humano del conflicto”, nos permite llevar a espacios más individuales algunos argumentos que sostienen nuestra naturaleza y nos obligan a pensar y actuar de manera diferente.
Las características individuales, los valores, principios y nuestros modelos mentales, se encuentran en el origen de los conflictos. De alguna forma, no se conciben las relaciones entre las personas sin algún grado de conflicto. No siempre los hacemos evidentes, y a menudo, ello genera nuevos conflictos. Adicionalmente tenemos conflictos internos con nosotros mismos.
Para una relación, sea con nuestra pareja, los hermanos o nuestros amigos, el conflicto constituye el momento de la verdad. Es cuando ponemos a prueba nuestra madurez, nuestra capacidad de afrontar y resolver las situaciones que se presenten. Sin embargo, en el conflicto interno no siempre podemos culpar a otro, aunque tal vez pueda surgir lo que alguien hizo o dejó de hacer, de la interpretación que le damos a esa circunstancia o de la forma en que actuamos frente a ella, emergerá el conflicto.
El conflicto que aparece hoy, se comenzó a incubar tal vez hace mucho tiempo a partir de un evento al que quizá no le dimos importancia en su momento. Y finalmente, se convierte en un enfrentamiento, una pelea o un hecho de violencia. Lopera menciona dos fuerzas opuestas: las que impulsan el cambio y las que apoyan para mantener el status. A menudo nosotros mismos cambiamos de rol, según el entorno. En unos casos proponemos e impulsamos los cambios, mientras en otras instancias nos convertimos en los más fervientes defensores de que nada cambie.
No obstante, un conflicto no se mantiene por si mismo, cada uno lo alimenta con sus acciones o sus omisiones. A menudo surge como consecuencia de que las metas que queremos alcanzar impiden a otros alcanzar la suyas, creando el clima adecuado para enfrentamientos abiertos o soterrados.
En alguna ocasión, sentimos que otro tiene un conflicto con nosotros y no hacemos nada por resolverlo o asimilarlo, sino más bien tomamos la actitud de evitar o enfrentar a la persona, sin discutir con ella sus razones o las nuestras.
Tal vez el efecto más pernicioso es que no lo enfrentamos racionalmente, a veces por orgullo, otras por desconfianza, alguna otra por “evitar” problemas. En otras más bien le “echamos leña al fuego” en forma permanente, mediante comentarios o acciones, alimentando con esas actitudes el conflicto.
El camino a la solución de los conflictos pasa a través de la aceptación y la tolerancia. Esto no siempre es fácil ni sencillo. Aclarar en común las expectativas, permite reducir las presiones innecesarias. Prepararnos para escuchar mejor, puede contribuir a una mejor comprensión de los intereses y las necesidades de los demás.
Algunos expertos mencionan que el conflicto puede manejarse mediante la autoridad, el compromiso o la integración. Lo que se conoce como el enfoque resiliente. Plantean que a través de una formación apropiada podemos aprender a recuperarnos rápidamente de cualquier evento.
Quizás en el escenario que nos movemos debemos recordar que la casa más humilde o el castillo más imponente, están construidos con ladrillos. Cada ladrillo es similar a los otros. Solos no hacen nada, pero junto a los otros, forman las paredes que apoyan las columnas, soportan los techos y permiten construir casas y puentes.
En la sociedad, en la universidad, en la comunidad, cada uno de nosotros somos como los ladrillos. Si estamos solos, se nos hace difícil hacer algo útil, pero juntos, amarrados por el cemento de nuestros valores, alineados con nuestros principios, podemos construir lo que queremos: una familia, una comunidad, un país.
Resolver los conflictos de hoy no evitará que mañana tengamos otros, no obstante, ello si nos puede ayudar a tener un poco más de tranquilidad y tal vez a vivir con menos angustias y temores y de esa manera aprovechar mejor nuestras energías en la construcción del futuro que anhelamos. Hoy queda demostrado, la necesidad de superar los conflictos para llegar a la unidad.
Dra. Rosa Indriago

El curriculum frente a los retos educativos

Cuando Hablamos de educación en Venezuela, nos hemos acostumbrado a los términos crisis, ineficiencia y presupuesto. Durante años la discusión básica oscila entre quienes defienden la opinión de que se requieren más recursos materiales para poder mejorar la educación universitaria, hay quienes opinan que deben abrirse las universidades a todos los que deseen estudiar y quienes consideran que sin recursos no se puede hacer investigación. Círculos viciosos o discusiones bizantinas. Pero, ¿será ésto algo nuevo?
En los primeros años de nuestra patria, los maestros eran quienes habían estudiado un poco más y podían o intentaban enseñar a otros. No había una escuela como tal constituida, aunque existían los seminarios que dieron origen luego a la Universidad Central de Venezuela (1721) y a la Universidad de los Andes (1785) y algunos colegios privados. A la muerte de Bolívar, en 1830, sólo había 96 escuelas en Venezuela.
En 1870 Antonio Guzmán Blanco decreta la educación gratuita y obligatoria y en 1873 se crea el Ministerio de Instrucción pública. Así comienza un periplo iniciándose un aumento en el número de escuelas, liceos y se mantienen las universidades. En 1936 se cambia a Ministerio de Educación y en 1940 se aprueba la primera Ley Orgánica de Educación. En 1936, con la creación de las Escuelas Normales y del Instituto Pedagógico Nacional comienza en nuestro país la etapa de la formación profesional de los docentes de primaria y bachillerato.
Arturo Uslar Pietri escribió en 1947 un artículo que llamó LA CRISIS DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA donde menciona los temas materiales y de formación como algunos de los problemas de ese momento. Cincuenta y tres (53) años después, parece que el discurso sigue siendo el mismo, sólo que ahora las discusiones pueden seguirse por medios tecnológicos.
Hoy hablamos de las tecnologías de la información y del uso de esos recursos en la actividad dentro de los espacios de aprendizaje. No obstante, se mantiene la discusión sobre la pertinencia de lo que enseñamos y de la utilidad para el egresado de las diferentes asignaturas que estudia.
Si apuntamos al resultado, es muy claro que si en la sociedad no somos capaces de mostrar un mínimo de cortesía con los desconocidos, digamos en el tráfico o en otra de las innumerables colas que sufrimos a diario; si los cajeros del supermercado no son capaces de realizar mentalmente operaciones matemáticas sencillas; si nos expresamos oralmente o por escrito con un lenguaje limitado, es posible que entonces lo que vemos sea consecuencia de que el acto educativo en sí y la formación profesional en términos globales, tienen debilidades.
Uno de los elementos esenciales, en mi opinión, se asocia con la necesidad de definir e incluso reinventar el currículo, como uno de los elementos alrededor de los cuales se organiza el acto educativo. Largos años, muchas comisiones se han dedicado a la tarea de revisar estos documentos y tratar de proponer nuevas versiones. Algunas se han probado con mayor o menor éxito. Unas han sido efímeras, otras más duraderas; sin embargo, no parece que hayamos logrado enganchar los elementos fundamentales que sirvan de pivote para la acción y puedan darle permanencia en el tiempo a los esfuerzos.
La pregunta inicial es ¿cuáles son los resultados que esperamos obtener de los estudiantes, los docentes y los recursos que se involucran?
Las diferentes estrategias que se han utilizado en los tiempos de análisis del currículo, han tenido orientaciones variadas, evidenciadas en algunos programas como el entorno virtual de aprendizaje y la maestría en desarrollo curricular. Los resultados deben evaluarse y ordenarse las acciones correctivas a que haya lugar para generar lo que Cinterfor expresa como la “retroalimentación entre la teoría y la práctica” y ajustarnos cada día más a las necesidades definidas en el diseño curricular.
Indudablemente no se trata sólo de cambiar el currículo con una u otra orientación teórica, o de darle más presupuesto a las universidad o de un mejor control de los gastos o una racionalización de los espacios. Las organizaciones de todo tipo, publicas o privadas, de lucro o de servicio, son hoy diferentes de los que eran hace 20 o 50 años y aquellas que no se han transformado o adaptado a los nuevos tiempos ya están fuera de juego o a punto de salir de él; a pesar de ello, nuestras escuelas y universidades, más allá de incorporar el uso de redes y computadoras, de las presentaciones audiovisuales y algunas otras tecnologías y de no usar la palmeta, son hoy más o menos iguales que en 1940, con un agravante: la escasez de recursos materiales, en particular a nivel de la educación pública, limita sensiblemente el logro de los fines del proceso educativo casi a todo nivel, desde preescolar hasta postgrado. ¿Cuántas de nuestras instituciones cuentan con una biblioteca o un laboratorio bien dotados? ¿Cuántas canchas de Basquetbol tienen mallas en las cestas? ¿Cuántos comedores escolares tenemos?
Estas y otras interrogantes se han planteado a lo largo de los últimos años en simposios, congresos, seminarios, foros y todo tipo de reunión, libros revistas, periódicos. Tenemos decenas o centenas de análisis de diferente nivel de profundidad y largas listas de recomendaciones, sugerencias y propuestas, aún así, seguimos sin convertir muchas de esas ideas en acción y este parece ser el elemento clave del proceso.
Es allí donde puede aplicarse el enfoque sistémico, ya que para llevar las ideas a la acción se requiere la identificación de los procesos que refuerzan el crecimiento y aquellos que lo limitan. Para impulsar los primeros y controlar o reducir los segundos. Por tanto, para intentar resolver un problema o apuntar en ese sentido, se requiere desarrollar un esquema diferente de pensamiento, otro nivel de comprensión, en tres aspectos: La transformación de los actores, el impulso del liderazgo y la acción individual.
En nuestro caso, los actores somos los docentes, los estudiantes, padres, instituciones y la sociedad. Definir opciones pequeñas que estén a nuestro alcance y que permitan probar nuevas iniciativas, y ajustarlas antes de su difusión a toda la universidad, preguntándonos ¿qué queremos lograr con esta iniciativa?
En segundo término, está el liderazgo en todo nivel, que debe impulsar las iniciativas de cambio, con su apoyo, su ejemplo y su compromiso. Con la apertura hacia las nuevas ideas y la disposición a probarlas. Buscando desarrollar oportunidades y condiciones que favorezcan el aprendizaje de la organización como conjunto.
En tercer lugar, lo más importante, está la acción individual. Todo aquello que cada uno de nosotros tiene a su alcance. La pregunta clave sería ¿cómo puedo influir en los temas que son determinantes? Los resultados a nivel individual pueden impulsar la creación y mantenimiento de la conexión entre los individuos que impulsarán el desarrollo de la organización y los equipos que la forman.
El cambio requiere esfuerzos sostenidos y sistemáticos. Buscar opciones nuevas frente a las limitaciones actuales y los problemas crónicos. Preguntarnos ¿porqué algunas iniciativas fallaron antes? Recuperar el espíritu de trabajo y apoyarnos en las fuerzas propias para impulsar iniciativas que apuntalen el cambio necesario. Apoyar a los otros con sus iniciativas. Es bueno recordar que la clave del mejoramiento significativo está en aprovechar el compromiso, el entusiasmo y la energía de los miembros de una organización.
Si el objetivo de la universidad se orienta a formar ciudadanos para contribuir al desarrollo del país, vale la pena preguntarse: ¿Cuál es la línea de desarrollo a la que queremos contribuir? ¿Le estamos suministrando el conocimiento necesario? ¿Estamos fomentando las habilidades que requerirán? ¿Qué valores y actitudes se están fortaleciendo con nuestra actuación?
En ese camino conectemos la discusión sobre el Curriculo con ese desarrollo. Cualquiera sea el enfoque teórico o la interpretación racional, lo relevante es que la acción contribuya al logro esperado. Retomemos las ideas planteadas a lo largo del tiempo, decantemos de ellas aquellas que puedan ofrecernos mayores oportunidades al menor costo en tiempo y recursos, desarrollemos experiencias directas de aplicación, que sean revisadas luego para identificar los aprendizajes y las oportunidades de mejora y enfrentemos juntos los nuevos retos que se plantean en nuestra Universidad y nuestro país. Y sobre todo, apoyémonos en los profesionales, que dentro de nuestra universidad, siempre han mantenido un interés firme y real de ajustar la formación de nuevos profesionales a nuestra realidad social. Somos efectivamente, responsables de educar a los hombres y mujeres del mañana.
Dra. Rosa Indriago

Encuentro Académico….Un vehículo para el intercambio de información

Las exigencias del mundo globalizado han llevado también a nuevas formas de aprender, que sugieren, abandonar los esquemas tradicionales para facilitar el aprovechamiento máximo de la interactividad que brinda el entorno, es por ello que este espacio nace con el objetivo de permitir intercambiar y compartir conocimientos, experiencias, puntos de vista, opiniones, actitudes, sentimientos, valores, deseos, acciones y todo lo que abarca la cotidianidad del país y de la educación, en pie de lucha por la defensa de los valores de respeto a la diversidad, libertad, lealtad, compromiso, pluralidad y retribución a la sociedad como proceso imparable en nuestro que hacer diario, con la esperanza de convertirse en el espacio para quienes enseñan, anclas para los errantes, alas para los que imaginan, reverdecer para los que sueñan, diatriba para los que sienten, recuerdos para quienes olvidan y sobre todo, juventud para dispersar.

Rosa Indriago


"Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo" Mahatma Gandhi