jueves, 26 de abril de 2012

Facultad de Ciencias de la Educación Legalidad y Democracia


LUIS ENRIQUE VIZCAYA SUBERO

luisevizcaya@hotmail.com

Los recientes hechos que envolvieron la decisión para designar el (la) decano(a) encargado(a) de la Facultad de Ciencias de la Educación pusieron de relieve asuntos principales constituyentes de la esencia de la institución universitaria.
En primer lugar se evidenció el lugar al cual ha sido reducida la dimensión democrática de la Universidad. De un Consejo Universitario integrado por 21 miembros solo votaron favorablemente 13 miembros, con la ausencia de los 3 representantes estudiantiles, el vicerrector académico y el voto salvado de 2 representantes profesorales, para designar como decana encargada a una docente que de acuerdo con lo establecido en la ley no tiene los 5 años requeridos como profesora ordinaria de la facultad. Esta decisión fue tomada saltándose la consulta al Consejo de la Facultad y, aun más, ignorando la propuesta de 126 docentes integrantes de la Asamblea de Facultad de Ciencias de la Educación, máximo organismo de ésta, que se expresaron a través de una comunicación y un derecho de palabra ante el Consejo Universitario. No es menos importante la objeción que pusieron 2.400 estudiantes a través de un documento sometido a su consideración.
Más allá de las consideraciones legales de tal decisión queremos ubicar la nuez del asunto en el maltrato causado a la democracia en la Universidad. ¿Cómo es posible ignorar al 55% de la Asamblea de Facultad, máximo organismo decisorio de ésta al que corresponde designar al decano en los comicios regulares? No queremos pensar, como lo expresó un consejero, que se trata sólo de una decisión política dirigida a ponerle la mano a la FACE para establecer un enclave electoral pensado para las elecciones rectorales venideras.
Hay otra situación inexcusable e inexplicable: ¿por qué no se designó a la directora de la escuela como decana encargada, como lo sugiere en primer lugar la Ley, aun cuando abre la posibilidad de que la postule el decano saliente?
¿Por qué en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, a la cual pertenecen la rectora y el secretario de la UC, sí se encargó del decanato al director de la escuela de Derecho? ¿Hay razones políticas superiores al sentimiento democrático de la casa que vence las sombras?
Una vieja conseja quiere hacer aparecer nuestra facultad, pertenecemos a ella, como un centro de violencia y algunos se han aventurado mezquinamente a llamarla “La Facultad Cenicienta”, pretendiendo golpear su autoestima.
Nos honra asumir la defensa de nuestra comunidad sin desmerecer a las otras. Es oportuno resaltar que La Facultad de Ciencias de la Educación es la que ostenta la mayor cantidad de doctores entre sus docentes y postgraduados de todos los niveles. No se engañen los que atropellan a nuestra facultad prevalidos de un poder con fecha de vencimiento y envalentonados por su capacidad de manipulación política: ignoran nuestra fuerza y significación social, política, cultural e intelectual.



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