jueves, 21 de octubre de 2010

UN ENCUENTRO ACADEMICO CON: LA ETICA

La afirmación de Jean Paul Sartre acerca de que el hombre, al estar condenado a ser libre lleva todo el peso del mundo sobre sus espaldas, haciéndole responsable del mundo y de sí mismo en cuanto a su modo de ser, nos lleva a tener un encuentro con la ética, desde su acepción de ciencia o práctica ajustada a normas legales, morales y de correcta actuación profesional.
La ética como conjunto de valores morales permite a una persona adoptar decisiones y definir un comportamiento apropiado según el entorno. Estos valores deben estar basados en lo que es correcto, lo cual puede ir más allá de lo que es legal. La ética nos ayuda a vivir la vida de manera agradable, por tanto, es orientadora para las acciones que realizamos. Las lecciones de vida y las vivencias marcan nuestra actuación, que sin duda está signada por la ética.
En estos tiempos de crisis se hace imperativo retomar las tesis éticas para tomar decisiones, evaluar nuestras actuaciones y definir rumbos. Sin embargo, la ética tiene muchas caras, según los intereses y las necesidades de quienes están implicados en el tema.
Algo que vemos con mucha frecuencia, es como quienes antes defendieron una posición, por ejemplo, en contra de la represión, hoy apoyan que se reprima. O quienes se rasgaron las vestiduras por los pobres, hoy hacen política en una sala de fiestas.
Discutir sobre lo que es la ética, sería como llover sobre mojado y con todo, cada cuanto aparecen en el horizonte cursos, talleres o seminarios sobre el tema. Luce como si retomar la ética fuera una solución a los desencuentros.
Los gremios profesionales desarrollan códigos de ética para sus miembros, que con frecuencia sirven para intentar sancionar a quienes se desvían de esas normas.
Cada tanto se sugiere establecer unas normas de ética para alguna actividad. Y a pesar de los esfuerzos seguimos encontrando actitudes y comportamientos que reflejan niveles éticos que podríamos considerar bajos
Los grandes males de nuestro tiempo los asociamos con fallas éticas de las personas. La corrupción, la delincuencia, el hambre o el deterioro ambiental se pueden asociar con estas fallas. Y al parecer algunos piensan que las soluciones son sencillas.
El ambiente se degradó por la acción del hombre en busca de más recursos. La solución, pensar en las necesidades de los demás, lo que llaman desarrollo sustentable
El hambre se presenta en zonas del mundo donde no hay condiciones apropiadas para la agricultura mientras en otros lugares, se bota la comida. La solución, pensar en los demás y ayudar más.
La delincuencia se origina en necesidades no resueltas de algunos mientras otros tienen mas de lo que pueden consumir. La solución, pensar en los demás y ayudar a quienes más necesitan.
La corrupción surge como un mecanismo de depredación del dinero público en personas que no tienen valores éticos firmes. La solución, escuelas para burócratas.
El pensamiento sistémico nos enseña que los problemas complejos no pueden tener soluciones sencillas y que las causas y los efectos de estos problemas están separadas en el tiempo, así nos preguntamos ¿acaso éramos más éticos en la época de nuestros abuelos? ¿Hace cuanto tiempo no se escucha el refrán “pobre pero honrado”?
Los tiempos han cambiado, entre otras cosas, nuestra concepción del mundo y de las relaciones interpersonales. Quino cuenta en una de sus caricaturas, que antes las manchas de honor eran causa de desprestigio y se ocultaban con cierto recato. Hoy se exhiben como algo que eleva el carisma o la posición social, vaya ejemplos que tenemos. Desde el portero hasta al máximo burócrata, el rebusque es la norma. Cualquier trámite, por sencillo que sea se puede resolver con dinero o trancar si no se paga.
En otros tiempos la palabra empeñada era ley. Hoy la ley no es un recurso porque la justicia se aplica con criterios no jurídicos. Si presentamos un cheque al cobro debemos poner la huella digital, ¿acaso eso mejora la calidad del cheque?
Hace algunos años se comentaba sobre la crisis de los valores e incluso se crearon cátedras para enseñar esos temas. ¿Cuáles han sido sus resultados?
Aunque nos sorprenda, hoy la realidad se impone. Y es allí donde los educadores debemos actuar, la experiencia de años, la capacidad de trabajo, la formalidad de los actos y por consiguiente la actuación bajos los principios éticos, es un rumbo obligado para detener o minimizar esta degradante espiral.

Dra. ROSA INDRIAGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario