jueves, 30 de diciembre de 2010

Un Encuentro Académico con: De Bárbula para Miraflores (A propósito de la aprobación de la Ley de Educación Universitaria).

Cuando en nuestros pueblos no había llegado la luz eléctrica, las noches eran de los espantos, de las cosas maléficas, del misterio. La sayona, la llorona, estaban en las sombras. Crecimos con un cierto miedo a la noche, que aún hoy de vez en cuando recordamos; sobre todo, cuando llegamos tarde a la casa y comenzamos a ver para todos lados, por si acaso, hay alguien esperando para asaltarnos.
En un mundo de sombras como éste ocurrió la aprobación de la Ley de Educación Universitaria, entre gallos y medianoche, lo cual nos recuerda esos tiempos. Una Asamblea Nacional que durante sus cinco años de “trabajo” no dio ninguna muestra de ser diligente, y en el último año entre los meses de enero a septiembre sólo aprobó 27 leyes y casualmente en el mes de Diciembre, último mes de sus funciones, aprobó 28 leyes. Nunca antes manifestó la intención siquiera de querer hacer las cosas que le tocan, sino por el contrario de entregar esas funciones a otros. Y así nos viene ahora, en su lecho de muerte, con sus últimos temblores, con un viento enfriándole su occipucio, a crear leyes como ésta, que no solo vulnera los principios fundamentales de nuestra vida ciudadana sino que altera significativamente la vida de la Institución Universitaria Venezolana.
Aprobando leyes a marchas forzadas, incluso trasnochándose para cumplir el mandato recibido, esta Asamblea cubre con un manto de legalidad las intenciones del gobierno, por controlar como sea a las Universidades, a los medios, a todo el que pueda decir la verdad sobre sus políticas y ejecutorias y mostrar su ineficiencia.
Así se refuerza la visión de que de noche sólo los infractores actúan en las sombras y se aprovechan del pueblo.
Plantear los defectos de la ley es llover sobre mojado. Muchos han escrito y escribirán sobre ello, sobre todo recomiendo el análisis del profesor Pablo Aure, en su Blog lo pueden leer. En todo caso, prefiero tomar otro rumbo para aportar, apoyada en la senda que marca la historia.
A la caída de Pérez Jiménez, comienzan a renacer las Universidades nacionales. El 8 de diciembre de 1958 se decreta la Ley de Universidades y el 18 del mismo mes se proclama la autonomía universitaria.
Las luchas del año 68, llevaron a la modificación de la Ley en 1970, que aún mantiene sin modificación los seis primeros artículos, en los cuales se establecen los principios sobre los cuales se organiza la Universidad al servicio de los mejores intereses de la ciencia y la cultura en beneficio de nuestras comunidades.
Desde los primeros tiempos de la creación del concepto de Universidad, las mismas han estado enfrentadas, de una u otra forma a los poderes fácticos, en algunos casos por razones filosóficas, en otros por temas prácticos, como el presupuesto.
El acoso a las Universidades durante este gobierno ha llegado a límites extremos y aún seguimos resistiendo.
Esta ley es otra expresión del enfrentamiento entre el poder y la razón, donde por la fuerza se intenta “meter en cintura” a los cabeza calientes de la Universidad.
Si estamos en el campo y vemos en la tierra unas pelotitas negras chiquitas sabemos que por allí anda un chivo. Si pensamos que estamos en una dictadura del siglo veintiuno, solo tenemos que ver el piso y encontraremos las huellas de la Asamblea Nacional, en pelotitas llamadas leyes.
No debemos olvidar que la misión de la Universidad es luchar por convertir el saber y la virtud en desarrollo y bienestar para el país y que la misión de las dictaduras es mantenerse en el poder como sea.
En tiempos de Gómez o Pérez Jiménez, “La Sagrada” y “La Seguridad Nacional” se encargaban de mantener un cierto grado de orden, violando los derechos de quienes osaran hablar mal del gobierno. Ahora los mecanismos son más sutiles y hasta más elegantes; sin embargo, me temo que tendrán la misma efectividad, limitar durante un tiempo las expresiones y los deseos de los venezolanos. A esta configuración hay que agregarle, el adagio popular: mas temprano que tarde, todo cae por su propio peso.
A la caída del muro de Berlín, sin un disparo, comenzó el desplome de una de las dictaduras mas largas de la historia del mundo. Algo similar sucedió en Portugal, después de 46 años de dictadura, en menos de dos años habían tomado el camino de la democracia.
Hace unos días nos llegó la noticia de que el general Videla, de Argentina, fue condenado a prisión perpetua por los crímenes cometidos durante su dictadura de siete años. Hay que mirarse en ese espejo.
La esperanza no se pierde y a veces la justicia tarda, pero inexorablemente siempre llega.
Sigamos de pie, como educadores, como investigadores y sobre todo como ciudadanos, Carabobo, en Bárbula donde se asienta nuestra ilustre Universidad de Carabobo, ya tiene una ruta marcada.


Dra, Rosa Indriago..
Seguiremos Reflexionando
#SOSuniVE